Un ‘cóctel’ es un licor estimulante, compuesto por espíritus de cualquier tipo, azúcar, agua y bíteres. […]
En 1803, cuando los cristianos conquistan Madrid, abren sus tabernillas por toda la villa. Algunas tabernas ocuparían el lugar de las alojerías arábigas,
Según algunos autores, las tabernas o tiendas de vino más antiguas de Madrid se situaron en el fondac, la zona donde acampaban las caravanas, extramuros de la Villa, en lo que hoy es la calle de Tabernillas (La Latina).
A comienzos del siglo XX Madrid cuenta con cerca de 1.500 tabernas. En los años sesenta las tabernas empiezan a desaparecer, siendo sustituidas por bares y cafeterías al estilo norteamericano o anglosajón.
Los cafés, con sus escritores, periodistas, músicos y artistas, fueron los protagonistas de la vida social y cultural madrileña de principios del siglo XX. Pero su atmósfera era eminentemente masculina y la presencia de mujeres, muy reducida; tanto como para que los presentes exclamasen un sonoro «¡caramba!» cuando alguna mujer traspasaba sus puertas.
Sea como fuere, los cócteles como tal comenzaron a hacerse populares en Estados Unidos a finales del siglo XIX y han llegado hasta nuestros días con grandes épocas de ingenio, como la provocada indirectamente por la ley seca estadounidense.
En el siglo XX se convirtieron en símbolo de distinción, los lugares de moda de Norteamérica y Europa comenzaron a servir mil y una creaciones, las diferentes guerras mundiales y los contingentes americanos ayudaron a extenderlo más todavía y Madrid, no podía quedarse atrás…
Madrid es una ciudad enamorada de sus bares. Sus noches no serían lo mismo sin su aroma, sin las conversaciones que se pierden en la pista de baile y sin los romances que se inician en ellos. Existe uno cada 211 habitantes. Todos tienen su propia historia compartida por esos fieles parroquianos que gastan la bolsa y la vida ante sus barras.
Algunos de estos locales logran ser parte del imaginario colectivo de los madrileños. Muchos de ellos son un grato recuerdo, otros han persistido al tiempo. Este es un recorrido por algunos de esos bares de Madrid, donde aún podemos disfrutar de esos cócteles como hacían en el pasado siglo XX.
Museo Chicote
Fundado en los años 30 por el antiguo barman del Ritz, Pedro Chicote, aunque todos le conocían como Perico Chicote, fue el primer bar de cócteles de España y pronto se convirtió en un referente del ocio y la cultura. Pese a las penurias del asedio franquista durante la guerra, el Chicote no cerró sus puertas y labró su leyenda acogiendo a personajes como Ernest Hemingway, Sinatra, Orson Welles, Jacinto Benavente…
Le Cock
A espaldas del anterior, una leyenda contaba que un túnel unía los dos locales. Adentrarse en él supone un viaje en el tiempo ya que conserva intactos la misma decoración, incluida una imponente chimenea, montado siguiendo el estilo del clásico club inglés de la época (viajaron a Londres para adquirir el mobiliario, todavía hoy en escena) y apostando por el mundo del cóctel.
El local pronto se convirtió en visita obligada para el mundo de la cultura, la política y el famoseo.
Gran Hotel Inglés, el primer gran hotel de lujo de Madrid, inaugurado en 1886, en su ubicación original en la calle Echegaray, en pleno Barrio de las Letras.
El establecimiento fue el sueño del amante del Modernismo Agustín Ibarra, que se fijó en el modelo anglosajón para abrir por fin en España un hotel que incorporaba su propio restaurante (además de ser el segundo edificio con alumbrado eléctrico en la capital).
Durante años, especialmente en las primeras décadas del siglo XX, fue un referente y allí se alojaron Virginia Woolf, Benito Pérez Galdós, Henri Matisse o Valle-Inclán.
Del Diego
Ubicada en la calle de la Reina, se convirtió en un icono en los años noventa. Del Diego tiene un estilo neoyorkino que le ha hecho ganar el premio de Diseño de Interiores del Ayuntamiento de Madrid.
1912Museo Bar Palace
Alojarse en el emblemático Palace es un lujo al alcance de selectos bolsillos, pero tomarse un cóctel en su Museo Bar no lo es tanto y puede ser la excusa perfecta para conocer este exclusivo hotel.
Jose Alfredo
En pleno centro de la capital, junto a la Gran Vía, se ubica esta coctelería de corte americano con una imponente barra acolchada como punto neurálgico del negocio y, al fondo, butacas de terciopelo verde en un ambiente de luces bajas. Cuando la fiebre por la mixología aún no había invadido Madrid, este local fue uno de las primeros en apostar por referencias premium para sus combinados de corte tradicional.
Mauna Loa
Con nombre de volcán hawaiano, este pedacito del archipiélago del Pacífico es uno de los habituales de la noche madrileña. En las tres plantas del local se puede disfrutar de una amplia gama de combinados de aire tiki, algunos de tamaño XXL (ideales para compartir).
Haciendo honor a su nombre, el más famoso es El Volcán, con ron de Jamaica, Cointreau, piña y mandarina -el resto de sus ingredientes es un secreto-, que llega a la mesa en un recipiente cerámico con forma de cráter y echando humo.
La Trocha
Autodenominado como “el lugar de la caipiriña”, el lugar no es para menos. Se trata de uno de los mejores destinos de la capital para probar este combinado brasileño. Ambiénte tranquilo, con cómodos sofás, en el que también es posible disfrutar de una veintena de ginebras, una docena de rones y otros tantos destilados entre los que se incluyen etiquetas premium a precios comedidos. De fondo, siempre acompaña un hilo musical de jazz.
Grupo La Misión
Este grupo ha apostado por la calidad y el buen servicio dentro de los tres locales que lo componen. En ellos, aparte de poder disfrutar de una excelente comida, podremos degustar sin prisas los mejores cocteles servidos en el mejor ambiente.
La Misión
Es un tesoro oculto en el corazón de Arturo Soria (Calle José Silva, 22). Su nombre hace referencia a la singularidad del espacio, ya que el edificio del restaurante es una antigua misión californiana restaurada. Un lugar enfocado en los detalles con un exquisito ambiente romántico de noche y luminoso de día.
El Recuerdo
Es un lugar para recordar. Un espacio innovador y elegante situado en la Calle Comandante Zorita, 4, a pocos metros de Nuevos Ministerios.
Cuenta con servicio de aparcacoches gratuito, dos ambientes a dos alturas, una zona de barra y un salón para reservas de grupo con capacidad de hasta 60 personas.
El Olvido
Es un sitio para no olvidar y el más joven de los tres locales que el Grupo La Misión tiene en Madrid. Situado en la Calle Juan Hurtado de Mendoza, 13, imprime el carácter elegante y cosmopolita del madrileño barrio de Chamartín.
Es perfecto también para compartir buenos momentos con los que quieres en la barra de bar o en su terraza, abierta todo el año y aclimatada en invierno.
Y si lo que se busca es una íntima velada, dispone de una planta baja con un ambiente cálido para todo tipo de celebraciones.
En definitiva, la mayoría de los restaurantes, bares y pubs del planeta ofrecen cócteles en sus cartas. Los profesionales del arte, los bármanes, han conseguido ser un elemento imprescindible de los mejores establecimientos del mundo y recibir un reconocimiento más que merecido. La cultura de la coctelería está instalada en la sociedad moderna y forma parte de ella.
Los cócteles, más allá de ser una simple combinación de licores, son mucho más.
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